ANSAR y Amigos de la Tierra Aragón recuerdan que los comederos de aves necrófagas han cumplido 20 años y siguen teniendo un papel fundamental en la conservación de estas aves. El Gobierno de Aragón creó una red estratégica por todo el país para abastecer y suplir con aportes de mataderos la falta de alimento en el medio natural, conocida como Red Aragonesa de Comederos de Aves Necrófagas (RACAN).
Fue un paso muy importante y decidido del Gobierno de Aragón ya que algunas de estas aves se encontraban catalogadas legalmente “en peligro de extinción” o “vulnerables” según la legislación tanto nacional como estatal. A raíz de la prohibición del abandono de cadáveres en el campo a comienzos de este siglo fue cuando el Gobierno de Aragón creó una red estratégica por toda la comunidad para abastecer y suplir con aportes de mataderos la falta de alimento en el medio natural.

La red RACAN actualmente cuenta con aproximadamente 45 puntos que cubren las comarcas donde existen poblaciones de estas aves. Los muladares son instalaciones que se abastecen con determinada regularidad tanto con restos procedentes de mataderos como restos ganaderos que se suministran por Sarga.
Las aves que se benefician de estos aportes extra de alimentación son principalmente el buitre leonado, el buitre negro, el alimoche, el milano real y el quebrantahuesos, denominadas necrófagas por alimentarse de cadáveres de animales o de restos de cadáveres. No obstante, hay otras aves que también se benefician de este recurso, como son diversas rapaces generalistas, córvidos e incluso aves insectívoras.
La importancia de los comederos para las aves necrófagas es clara, evidente y manifiesta, es una manera efectiva para mantener las poblaciones de estas especies ya que algunas de ellas continúan amenazadas.
Si hay que destacar algunos comederos o muladares en Aragón por su importancia para especies como el alimoche, quebrantahuesos y el milano real, habría que señalar el de la localidad de Luesia creado en 2003, el de Tauste creado en 2005 o el de Talamantes creado en 2007, siendo éste crucial para fijar al quebrantahuesos en el Moncayo.

La importancia de estos comederos reside no solo en el suplemento de alimentación que aportan a las poblaciones de carroñeros sino en la circunstancia de que se convierten en punto de atracción social, lo que facilita que poblaciones del entorno se mantengan o incluso se incrementen.
Es el caso del alimoche en el valle del Ebro. Muladares como los existentes en Cinco Villas y en especial el muladar de Tauste son esenciales para el mantenimiento de las poblaciones de esta especie en todo el entorno de Navarra y Aragón, como lo demuestran los controles continuos de aves anilladas en el vecino parque Natural de las Bardenas Reales de Navarra y en las áreas protegidas de Loma Negra en las Bardenas aragonesas.
Lo que resulta claro es la gran importancia que han tenido y tienen los comederos para aves necrófagas en el mantenimiento y expansión de estas aves, algunas de ellas en grave peligro, y lo que también resulta evidente es que algunas de ellas sufrirían un gran declive si estos puntos de alimentación se suprimieran.
Hay que dejar constancia de la trascendente labor ecológica que realizan las aves necrófagas como mantenedoras del equilibrio ecológico, al aprovechar y reciclar el recurso que suponen los cadáveres en la naturaleza y que los comederos sólo son un complemento, importante, para el mantenimiento de sus poblaciones.
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