“Zaragoza no se vende”, que agrupa a más de 40 entidades de Zaragoza, surge con el objetivo de dar respuesta al modelo social y económico que está imponiendo el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza. Un modelo que niega la participación ciudadana en beneficio de la especulación y de grupos financieros.
Tenemos un Ayuntamiento cuya única receta es volver a aplicar las viejas políticas de ladrillo y macro evento que nos condujeron a la crisis de 2008 con las ya sabidas consecuencias: desorbitados beneficios para constructoras y sector financiero a costa de lo público, mientras la población se ve abocada al desempleo, los desahucios y el inasumible encarecimiento del precio de la vivienda.
Estas políticas basadas en “el pelotazo” implican la descapitalización del municipio mediante la venta de suelo público para el fomento del beneficio privado, mientras se desposee a la población de los equipamientos básicos y necesarios para la vida. Por desgracia, en Zaragoza, de sobra conocemos las consecuencias. La Expo 2008 representó un gasto de 1500 millones de euros de dinero público, dejó una deuda de 600 millones que a día de hoy siguen saliendo de los bolsillos de los y las zaragozanas y supuso la congelación de la inversión en los barrios durante años.
PORQUE HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO,
HOY ZARAGOZA SE PLANTA Y DICE BASTA
– Nos oponemos a la ampliación del parque de atracciones más allá de sus límites actuales, así como a la tala de árboles en los Pinares de Venecia.
– Nos oponemos a la cesión de parcelas públicas destinadas a equipamientos deportivos, educativos, sanitarios… para otros usos distintos de estos. Denunciamos la venta de parcelas destinadas a equipamientos a Fondos Buitre, como sucede en el ACTUR, primando así el negocio inmobiliario sobre las necesidades de los barrios.
– Nos oponemos a la continuidad de fábricas contaminantes en el Picarral y a la construcción de la depuradora de residuos industriales de Tereos a escasos metros de viviendas, residencias de mayores y colegios.
– Nos oponemos a un modelo de ciudad basado en la especulación inmobiliaria y el macroevento que solo genera deuda, para beneficio de promotoras, constructoras y sector financiero, y que nos priva de derechos básicos como el acceso a la vivienda.
– Nos oponemos a una inadecuada política pública del agua que no invierte en un correcto funcionamiento de las depuradoras y que contamina los ríos.
– Nos oponemos a un modelo de ciudad que no protege su rico patrimonio natural, que sigue sin aprobar un Plan de Protección de la Estepa y que pregona a bombo y platillo el Bosque de los Zaragozanos pero sigue sin invertir en la protección y revitalización de sus bosques y sotos de ribera.
– Nos oponemos a un modelo de ciudad que no aborda la protección de las personas frente al aumento de temperaturas y sigue talando árboles de forma injustificada, en lugar de aumentar el arbolado en calles y plazas, así como en espacios para juegos infantiles y en centros escolares.
– Nos oponemos a un modelo de ciudad que ignora la importancia de su huerta de proximidad, una huerta que podría abastecernos de productos de cercanía, y que sacrifica la huerta de Movera con proyectos fotovoltaicos.
– Nos oponemos a un modelo de ciudad que sigue sin garantizar la protección y el derecho de los animales, incumpliendo la Ley de Bienestar Animal.
– Nos oponemos a seguir dejando en manos privadas la gestión del transporte público y a la modificación de las líneas de autobús.
– Nos oponemos a un modelo de ciudad que dificulta la cultura popular y de calle, que pone impedimentos a las comparsas de cabezudos, que cierra espacios culturales, de juventud y de cooperación autogestionados por la ciudadanía y que son sustituidos por la organización de grandes eventos en favor de unas pocas empresas privadas.
– Nos oponemos a esta Zaragoza espectáculo de boato y oropel que devora a su ciudadanía, que nos excluye del espacio público, olvida el cuidado de las personas, ignora la protección y el bienestar animal, margina y penaliza minorías culturales y lingüísticas con el cierre de la Oficina de l’Aragonés y despoja a la ciudad de su condición de solidaria al recortar los fondos destinados a la cooperación al desarrollo.
–Nos oponemos a los acuerdos entre Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza para atraer industria militar. En 1999 Zaragoza fue declarada ciudad de la Paz y así queremos que siga siendo.
Queremos una ciudad que ponga la vida en el centro, priorice el medioambiente y las necesidades de las personas. Queremos unos barrios que sean el corazón de la ciudad. Queremos unos barrios vivos en los que desde la infancia a la vejez, disfrutemos de parques, plazas compartidas y espacios de convivencia. Queremos una ciudad alegre y dinámica, donde los zaragozanos y las zaragozanas seamos los protagonistas. Queremos una ciudad para vivirla.
PORQUE OTRA CIUDAD ES POSIBLE ¡ZARAGOZA NO SE VENDE!