José Antonio Pinzolas
La presencia de buitre negro en Aragón es común desde hace tiempo, y va en aumento, incluida la presencia de individuos jóvenes que indican nidificación próxima a las observaciones. La nidificación ya no estaría asociada a reintroducciones planificadas como la de Boumort (Lérida) o La Demanda (Burgos), sino que la especie, de modo natural, ha comenzado a colonizar el Sistema Ibérico zaragozano en una parte montañosa de las faldas del Moncayo.
Pero la proliferación de proyectos eólicos sin verdaderos estudios de evaluación de impacto ambiental, pone en riesgo la recolonización natural de esta especie —catalogada como vulnerable— de sus territorios originales y de su propia supervivencia.
Esta especie de buitre que llega a los tres metros de envergadura, lleva ya tiempo surcando los cielos aragoneses proveniente de otros territorios y nacionalidades del Estado español, pero el problema radica en que los cielos por donde vuela, los estamos llenando de centrales eólicas sin ninguna planificación ni control, y sin dejar resquicios donde pueda salir adelante, ni él ni otras especies voladoras que pueblan nuestros cielos.
Hace ya un tiempo que los buitres negros mueren en las centrales eólicas aragonesas. Hemos recopilado los datos desde 2021, cuando se produjo el aumento exponencial de mortalidad por aerogeneradores, y desde 2021 a 2024 han muerto doce ejemplares de buitre negro en Aragón, eso sin que tengamos ejemplares volando de manera continuada por nuestros cielos. El 42% de buitres negros muertos en Aragón han perecido en las centrales eólicas.
¿Qué pasará cuando esta especie se establezca de manera fija y continuada en Aragón? Pronto lo sabremos, porque eso ya ha ocurrido. El panorama no es muy halagüeño, ya que en la zona donde se ha establecido este pequeño núcleo reproductor, se encuentra invadida de molinos, y van a instalar todavía más. Y con toda probabilidad van a morir ejemplares, la pregunta que nos hacemos es: ¿lograrán salir adelante?, ¿sucumbirán ante la incansable vorágine eólica?
Las aves carroñeras son poco productivas, basan su estrategia reproductora en su longevidad. El quebrantahuesos —en peligro de extinción—, el buitre leonado —Régimen de protección especial— y el buitre negro —vulnerable—, suelen sacar un pollo por año, si todo va bien. El alimoche —vulnerable— puede llegar a sacar dos pollos si el año es propicio, pero en la mayoría de los casos también suele salir adelante un solo pollo.
Estas y otras aves se enfrentan a graves peligros, cables de alta y media tensión, aerogeneradores, atropellos, venenos, vallados, disparos… las trampas y obstáculos que les ponemos no tiene límites.
Luego falta que el recurso alimenticio, el cual es imprescindible, esté disponible, porque si no lo está, si no encuentra comida, la cría se resiente. Por eso hace más de 20 años se creó la red de comederos para aves necrófagas de Aragón (RACAN). Se supone que esta red de comederos debe de funcionar, pero hemos descubierto que empieza a cojear.
El quebrantahuesos también surca los cielos del Moncayo
En junio de este año saltó la noticia: “Nace un quebrantahuesos en el Moncayo y marca el regreso de esta emblemática ave al sistema Ibérico”. La pareja se ubica en la parte soriana, pero el cielo no tiene fronteras.
Ya en 2020 lo intentó en la parte zaragozana, pero algo falló y de nuevo en la soriana, que también fue infructuosa, pero parece que a la tercera va la vencida. Una gran noticia si no fuera por lo que tiene a su alrededor y, si nadie lo remedia, lo que vendrá.
El futuro del buitre negro
En la zona donde vuela la recién incorporada pareja de buitre negro —hay posibilidades de que haya más de una pareja— se están construyendo varias centrales eólicas.
La más reciente se encuentra apenas 11 kilómetros de la zona donde se ubica este primer indicio de colonia, los mismos kilómetros que hay al muladar de Morata y a 18 kilómetros del otro muladar, el de Illueca.
Con estos muladares tan cerca de estas centrales, la colisión con los aerogeneradores es cuestión de tiempo. No entendemos cómo el Gobierno de Aragón no dice nada para evitar la aprobación de estas centrales eólicas tan cerca de un muladar.
En mayo pasado recibimos la información que solicitaba Ansar con respecto a los muladares. Actualmente hay 52 en activo y cuatro han sido clausurados —Épila, Estadilla, Fuentes de Ebro I y Naval—. Pero hay un muladar que es crucial tanto para el quebrantahuesos como para la reciente incorporación del buitre negro a la zona, nos referimos al muladar de Talamantes, cerca del Moncayo. Según la información facilitada por el Gobierno de Aragón este muladar debería estar en activo, al menos en el escrito nada decía sobre que estuviera clausurado.

Personal de Ansar realizó una visita a este muladar de Talamantes, pero se pudo observar que el muladar se encuentra cerrado desde hace más de dos años, según un ganadero de la zona al cual preguntamos. No entendemos cómo el Gobierno de Aragón nos facilitó información incorrecta. Se pudo observar que la hierba ha crecido dentro del muladar y cuando un muladar está en activo, la hierba no crece por el trasiego de vehículos y de las aves que lo utilizan.
Queremos recordar que a día de hoy la zona del Moncayo alberga a todas las aves carroñeras de España: quebrantahuesos, buitre leonado, buitre negro y alimoche. Y ese muladar se encuentra en un punto estratégico para que estas aves puedan surcar los cielos sin peligro, bueno casi, pues los promotores eólicos pretenden acribillarlo.
Por eso, el futuro de esta especie que se acaba de incorporar como reproductor al Sistema Ibérico en el Moncayo, lo tiene muy difícil. El motivo es que las multinacionales de la energía tienen mucho dinero y mucho poder, y parece que nadie les pone freno, aunque presenten proyectos tan lesivos para nuestro medio ambiente como el que se cierne sobre el Moncayo.
No entendemos cómo el Gobierno de Aragón no dijo nada al respecto sabiendo el daño que hace las centrales eólicas a la fauna alada, ellos son los administradores del medio ambiente en esta tierra, de su flora y de su fauna, pero tragan y callan. Tiene que ser la sociedad civil y las entidades conservacionistas las que tienen que hacer el trabajo de salvaguardar el patrimonio natural aragonés, porque las instituciones aragonesas, que son las responsables, lo han abandonado a su suerte.
El potencial en biodiversidad que tiene esta tierra es impresionante y tanto el gobierno actual como su predecesor, la están dejando morir, o mejor dicho, ellos la están matando, la historia les juzgará.