La Asociación Naturalista de Aragón, Amigos de la Tierra y Ecologistas en Acción Zaragoza denuncian la forma de proceder del Ayuntamiento con el modelo de urbanismo que finalmente sacrifica el arbolado urbano en plena crisis climática con el consiguiente aumento de temperaturas que afectan a nuestra salud.
El Ayuntamiento está dejando sin árboles buena parte del centro histórico de Zaragoza, aunque este hecho se reproduce en las calles y plazas de los barrios.
Es la peor noticia para luchar contra el cambio climático y defender a los ciudadanos de las graves temperaturas que sufre la ciudad por la emergencia climática.
Ya los colegios en junio, y es posible que en septiembre, soportan temperaturas en que los más vulnerables, centros de infantil y primaria, colegios especiales de alumnos con discapacidad, soportan temperaturas incompatibles con su salud.
Y ahora se nos anuncia 23 árboles talados en la avenida de César Augusto. Son melias los árboles que se talan y que desarrollan una copa al menos cinco veces superior a los que se van a reponer, los llamados árboles del amor. De estos últimos, se dice que dan coloración-menos de un mes al año-, pero no necesitamos árboles ornamentales, lo que necesitamos es sombra que baje un mínimo de 10 grados la temperatura del asfalto. La razón que se esgrime son las obras que se hicieron con el tranvía, cuando otros expertos aducen que son los niveles del parking construido en los años 80 en las dos orillas de la avenida, los que han provocado la falta de desarrollo de las raíces y en consecuencia el soporte de los árboles. En esta ciudad, en lugar de adaptar el urbanismo a las zonas arboladas se hace al revés.
Son los mismos hechos que han llevado el Ayuntamiento a talar decenas de árboles enfrente del antiguo hotel Corona de Aragón y la pérdida de sombra en todo este eje viario de Cesar Augusto.
Todo ello para ganancia de los parkings que se han construido en toda la zona y que ha tenido una extensión en la plaza Salamero, también vacía de arbolado significativo.
Se da la circunstancia que todas estas zonas son los límites a las de bajas emisiones que entrarán en funcionamiento a finales de este año y en lugar de limitar el tráfico privado en la ciudad se facilitan zonas de parking sacrificando todo el arbolado. Hemos manifestado repetidas veces que reconstruir el parking de Salamero era innecesario si teníamos el de César Augusto. Pero hay que dar beneficio a las empresas particulares.
Desaguisado que ha continuado con el asfaltado y pérdida de arbolado que ha tenido lugar en la reforma de la calle Manifestación, con seis árboles en toda su longitud y con la reforma de la calle Predicadores con diminutos árboles que apenas dan sombra a todo este eje construido ya en época romana en el solsticio de verano, es decir en la salida y puesta de sol continuo a lo largo del día.
Con todas estas actuaciones, Zaragoza no está demostrando ser un ejemplo para Europa en su acción frente al cambio climático. Una de las mayores amenazas para la ciudad de Zaragoza según informes del propio Ayuntamiento, son las altas temperaturas, el arbolado cumple un papel clave para su disminución, pero sin embargo esta ciudad es cada vez más arboricida y los árboles que se reponen cumplen más un papel decorativo que de generar sombra que atenúe las temperaturas.
Y ya para completar la falta de adaptación al cambio climático que ya estamos sufriendo, ni se generan sombreados en juegos y plazas, ni se sustituye el asfalto por pavimento reflectante ni se ponen en marcha refugios climáticos de calidad para atender a los sectores más vulnerables. La comunidad científica nos lo repite una vez y otra, está en juego la salud de las personas.