José Antonio Domínguez
Miembros de ANSAR han detectado recientemente dos decenas de puestos o paradas para colocación de cepos para captura de pajarillos en un soto cercano a Zaragoza capital, dando parte tanto a la Unidad Verde del Ayuntamiento de Zaragoza como al Servicio Provincial de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón. Los miembros de ANSAR reconocen que es difícil saber si hallaron todos los puestos y si ya habían sido usados o iban a serlo.
Las paradas son excavaciones en el suelo para luego ubicar pequeños cepos de ballesta colocando como cebo hormiga de ala viva. Los pájaros insectívoros acuden a la hormiga y activan el cepo, quedando atrapados mortalmente.

Las especies más vulnerables son el papamoscas cerrojillo, el colirrojo real o el petirrojo, aunque cualquier pájaro puede acudir al cebo, incluso gorriones.
Los furtivos pueden desplegar este tipo de cepos en gran número y suelen actuar en época de paso migratorio otoñal, colocando las trampas al borde de las zonas arboladas y de los setos donde se apostan los insectívoros citados. En tiempos era una práctica extendida para consumo de pajaritos fritos en los bares.
Las características de las paradas halladas en esta ocasión muestran cierta maestría del furtivo, por lo que es fácil deducir que se trata de personas que llevan tiempo realizando estas acciones.






