El aumento de colectivos contrarios a la implantación de macrorenovables exige un cambio de modelo.
La manifestación convocada por la unión de plataformas “13 de marzo por la racionalidad energética”, a la que cada año se suman más territorios aragoneses, visibiliza en las calles de Zaragoza el malestar por la implantación de las renovables en la práctica totalidad de las comarcas de Aragón.
Un año más, y son tres, vecinos de la mayoría de las Comarcas de Aragón se han manifestado en Zaragoza para expresar su oposición al modelo de implantación de las renovables, basado en grandes proyectos de mucha potencia; proyectos planteados por las empresas del oligopolio eléctrico y por algunos desarrolladores que han visto una oportunidad de negocio rápido y especulativo con los derechos o permisos de enganche a la red.
Bajo el Lema “Aragón si pero No Así, un hogar, un paisaje, un futuro”, las plataformas convocantes han querido dejar claro que no se oponen a las renovables, pues aportan calidad ambiental y democratización en la generación eléctrica, pero sí se oponen a las macrocentrales que desvertebran el territorio, degradan los paisajes y su valor, destruyen la biodiversidad y fomentan la despoblación mediante graves afecciones a las actividades tradicionales convirtiendo los espacios naturales en grandes polígonos industriales.
La manifestación de esta mañana ha mostrado como la sensibilidad de cada uno de los grupos territoriales se identifica con las afecciones y los impactos de las centrales que afectan a su pueblo o comarca, pero también sienten como propios los desmanes que se van a producir si se llegara a construir todo lo proyectado, que supondría multiplicar por tres el número de aerogeneradores en las montañas y valles de Aragón y casi por cuatro las extensiones de placas.
Una de las motivaciones de esta convocatoria era volver a incidir, desde la calle, en que todavía estamos a tiempo de parar y ordenar. Cuando los procesos de implantación ya están avanzados administrativamente, se puede pensar que no hay marcha atrás o no se pueden parar, pero la judicialización de estos proyectos podría suponer un importante coste para las arcas públicas si las administraciones finalmente tienen que indemnizar a las empresas. Desde “13 de marzo” explican que, hasta el momento de obtener la autorización de construcción, se pueden enmendar los numerosos errores administrativos que se han producido y las omisiones de las afecciones ambientales y sociales, no concediendo precisamente estas autorizaciones de construcción, autorizaciones de las que están pendientes la mayoría de los proyectos ahora en tramitación, como es el caso de las seis grandes líneas de transporte que ilegalmente se han planteado para trasladar la energía producida en Aragón a las comunidades que la rodean.
“Es necesario plantear una Moratoria a todos aquellos proyectos que están sin autorización de construcción, para aplicar una ordenación y planificación adecuada y aplicar las futuras leyes del Paisaje y el Plan energético de Aragón. Si todo sigue igual esas leyes llegarán tarde y con un efecto residual o nulo”, reclaman desde 13 de marzo.
Otro de los fines de la manifestación de este domingo ha sido reiterar que no se está en contra de nada ni de nadie, sino a favor de una implantación democrática de una transición energética en la que prime la generación distribuida en manos de los municipios, las empresas y los ciudadanos. A favor de la creación de Comunidades Energéticas que puedan conectar, sin problemas, su producción a la red y puedan vender a precio de marcado lo que generen. A favor de un autoconsumo favorecido por la legislación urbanística, por los impuestos y por la disponibilidad sin cortapisas del acceso a las redes de distribución.
Se tiene la convicción de que todavía queda tiempo y medios para parar el sin sentido de la implantación de muchas de las centrales eólicas y fotovoltaicas que afectarían seriamente a espacios naturales de gran valor y a especies muy vulnerables y también a actividades profesionales que tienen en el medio rural y en las periferias urbanas su sustento y su futuro.
Las Plataformas de todo Aragón agrupadas bajo el nombre “13 de Marzo”, en recuerdo a la primera manifestación, van a seguir trabajado y haciendo propuestas para que las renovables no se conviertan en un mal sueño, sino en una apuesta de futuro bien planteada.