Las numerosas irregularidades denunciadas y publicadas en los medios llevaron al actual gobierno a prometer durante la campaña electoral la creación de una comisión de investigación para averiguar si se habían cometido esas irregularidades en las tramitaciones o procedimientos administrativos y, en caso de encontrarse, podrían ser llevadas a la fiscalía o donde se viera conveniente.
Ya han pasado unos meses desde las elecciones y la promesa se ha cumplido y se ha constituido la citada comisión, aunque matizando que el objetivo fundamental es sacar algunas conclusiones sobre cómo llevar a cabo la implantación de las renovables. Esto sorprende, pues la mayoría de los proyectos ya están presentados y en tramitación, y se puede deducir que no queda mucho más espacio en Aragón para seguir presentando otros nuevos. También se considera imprescindible hacer una Moratoria de todas las autorizaciones pendientes, hasta que la Comisión dictamine si el INAGA ha cometido irregularidades tanto en las autorizaciones emitidas como en los informes enviados al Ministerio. Si se demuestra que el INAGA no ha realizado legalmente su función, se pueden haber llevado a cabo las obras de numerosos proyectos, causando daños irreversibles.
Las Plataformas que llevan más de tres años analizando los proyectos, poniendo en evidencia las deficiencias y señalando aquellos que son auténticas barbaridades para los territorios donde se implantan, esperan que la Comisión les de la suficiente voz y tiempo para evidenciar las tramitaciones indebidas que han ido detectando a lo largo de estos años. Por ello confían que sean invitadas como comparecientes una Plataforma por cada provincia, por lo menos, para poder explicar bien lo que cada uno conoce en profundidad. De no ser así se evidenciaría una falta de interés por llegar hasta el fondo del problema, pues nadie mejor que las Plataformas que conforman “13 de Marzo” para informar a las Cortes sobre todos y cada uno de los proyectos con irregularidades en la Comunidad Autónoma de Aragón.
La oportunidad es única y no se puede dejar pasar, llegando a que la Comisión acabe en una declaración de intenciones sin ninguna concreción y con más ánimos de dar una buena imagen que de buscar soluciones. Por esto las entidades agrupadas en la Plataforma 13 de Marzo van a poner el máximo esfuerzo en preparar su comparecencia en la Comisión, incluso antes de saber si van a ser convocados, con la única intención de sacar a la luz y poner blanco sobre negro los múltiples incumplimientos en la tramitación de los proyectos renovables, quizás causados por las prisas o la presión ejercida por las empresas.
Un primer error ha sido limitar el número de comparecientes de forma demasiado restrictiva, pues siendo razonable que se plantee un número limitado, no lo es que algunos grupos sólo puedan presentar a una persona, cuando la cantidad de personas y entidades que han intervenido en el proceso ha sido muy amplia. Se debería haber sido un poco más generoso con los grupos y plantear un número más amplio de comparecencias para poder aclarar desde todos los puntos de vista las posibles deficiencias o ilegalidades que se han podido producir.
Desde las Plataformas que conforman 13 de Marzo se considera que la oportunidad es única, pero que se puede perder si hay miedo, presiones de las empresas o falta de claridad para abordar y sacar a la luz todas las posibles irregularidades que han ido marcando el proceso de presentación de los proyectos de renovables, las Declaraciones de Impacto ambiental emitidas y las Autorizaciones ya otorgadas. Además su presencia en las comparecencias, si así fuera decidido por la Comisión, no tiene la finalidad de ir contra nadie, sino de sacar a la luz cualquier procedimiento que no haya sido bien tramitado y las posibles causas que lo han condicionado.
La Comisión de Investigación de las renovables no es el final de ningún camino, pero si una oportunidad para seguir avanzando con más transparencia y asumiendo responsabilidades, si las hubiera.