Alrededor de una treintena de personas se han reunido este miércoles en la plaza de Santa Engracia para protestar contra este proyecto y el de plaza Salamero. El problema, según han asegurado, es que “el bosque de los zaragozanos” se está haciendo “a base de cemento”. Consideran que no se están adecuando las plazas de forma correcta por ser “duras y sin vegetación”.
El portavoz de la asociación naturalista de Aragón, Mariano Mérida, ha mostrado su indignación al considerar que no se defienden alternativas frente al cambio climático. “Una ciudad que se proyecta para el futuro tiene que tener sus espacios de sombra y de biodiversidad dentro del medio urbano”, señalaba. Considera que laONU lo recoge, y Zaragoza debería crear “islas de verdor para la estancia y el cuidado de los ciudadanos”.
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