BOTÁNICA. Por los alrededores de Alcañiz (Bajo Aragón)

  14-04-2019

FOTOGRAFÍAS AL FINAL DEL TEXTO

El grupo posando sobre la sal
El grupo posando sobre la sal

En esta ocasión nos dirigimos hacia Alcañiz, concretamente hacia el humedal de La Estanca, lugar en el que habíamos quedado con nuestro amigo Javier Carela, gran conocedor de la flora de la zona y autor del libro Plantas del Aragón Árido, que amablemente, como en otras ocasiones, nos había ofrecido guiarnos en un amplio recorrido en torno a la ciudad de Alcañiz para ver la vegetación de esos lugares.

 

Íbamos nueve compañeros del Grupo de Botánica a las que se nos añadieron Javier y algunos amigos por lo que en total formamos un grupo de trece personas.

Javier nos propuso ir a recorrer uno de los paleocanales que abundan en la zona. Estos se formaron hace millones de años, concretamente en el Mioceno (entre 23 y 5 millones de años) cuando la depresión del Ebro era una inmensa cuenca endorreica y los cursos de agua desembocaban en lagunas centrales.

Estos ríos o canales discurrían sobre los materiales del Cenozoico y fueron depositando las arenas y grabas que arrastraban. Posteriormente, al formarse el Ebro (entre 10 y 6 millones de años) la cuenca endorreica fue desapareciendo y la erosión actuó eliminando los materiales más blandos que correspondían a sus orillas, formados fundamentalmente por arcillas, dejando en relieve, por erosión diferencial, lo que fueron los lechos de los antiquísimos ríos.

Los paleorrelieves están compuestos de areniscas y sobre ellos crecen numerosas especies de plantas, que vimos en un corto recorrido y fuimos anotando.

Después nos acercamos a La Salada Grande, una de la treintena de cubetas de esta cuenca endorreica.  Estas lagunas o saladas, que así se les denomina en la zona, se llenan de agua ocasionalmente, cuando llueve, pero la escasez de lluvias y a la fuerte insolación hace desaparecer el agua por evaporación quedando depositadas las sales en su fondo formando así un manto blanco. Son de tamaño muy variable, algunas de mucha extensión, que como la Salada Grande ocupan un gran número de hectáreas.

En estos momentos la laguna se encuentra completamente seca, las prácticamente nulas precipitaciones de este seco invierno han hecho que la veamos tal como se muestra en pleno verano. Recorrimos sus orillas para, una vez más, admirar la vegetación, completamente adaptada al suelo salino, distribuyéndose las asociaciones en círculos concéntricos en función del gradiente de sal.

Las comunidades que se distribuyen desde la orilla hacia fuera, es decir de mayor a menos salinidad son:

  • Comunidad de la Salicornia: Salicornia patula
  • Comunidad de la Suaeda: Suaeda vera, Spergularia sp. Limonium sp.
  • Comunidad de Pastizales salinos: Juncus maritimus, Inula chritmoides y Sonchus maritimus
  • Comunidades de Yesos: Lygeum sparteum, Stipa parviflora, Ononis tridentata ,Helianthemun squamatum

 Después de comer, nos dirigimos al río Guadalope, afluente del Ebro por su margen derecha, que ha creado numerosos meandros al discurrir por zona muy llana hasta llegar a su desembocadura.

Al ser el Guadalope un río de régimen pluvial mediterráneo-levantino, su caudal está condicionado por las precipitaciones presentando un mínimo en los largos y calurosos veranos y también en cualquier época del año en la que haya sequía. En este tipo de ríos son características las ocasionales avenidas que producen importantísimos desbordamientos, están ligadas a las lluvias torrenciales (gota fría) que se producen en las costas levantinas y que a lo largo del tiempo han dado al cauce del Guadalope un aspecto singular por sus rocas lamidas formando espectaculares oquedades, alvéolos, gnamas y  tafonis…

Aquí encontramos una vegetación muy variada de tipo mediterráneo, en la zona que recorrimos el río estaba muy encajado y debido a la sequía, su cauce se encontraba prácticamente seco. En la parte superior aparecían Pinus halepensis, por debajo, en las laderas, matorrales de sustitución del pinar-coscojal, como Rosmarinus officinalis, Rhamnus alaternus y R. lycioides, Genista scorpius…

Próximas al cauce se veían plantas que necesitan más humedad y curiosamente abundantes plátanos de sombra naturalizados.

Desde aquí, una vez más damos las gracias a Javier Carela por ofrecernos tan grata excursión en buena compañía, tanto es así,  que esperamos repetir en alguna otra ocasión.

PLANTAS QUE SE DETERMINARON

 

SOBRE UN PALEOCANAL

Anacyclus clavatus

Andryala integrifolia

Arabis auriculata

Arenaria leptoclados

Artemisia campestris

Artemisia herba-alba

Asparagus officinalis

Asphodelus cerasiferus

Asterolinon linum-stellatum

Atractylis humilis

Brachypodium retusum

Bromus rubens

Calendula arvensis

Campanula erinus

Carduus bourgeanus

Carduus nigrescens assoi

Celtis australis

Crepis vesicaria

Desmazeria rigida

Ephedra distachya

Erodium neuradifolium

Eruca vesicaria

Erucastrum nasturtiifolium

Erysimum gomez-campoi

Euphorbia serrata

Ficus carica

Fumana ericifolia

Genista scorpius

Globularia alypum

Helianthemum marifolium

Helianthemum salicifolium

Helianthemum violaceum

Helichrysum stoechas

Hippocrepis comosa

Hordeum murinum

Juniperus phoenicea

Leuzea conifera

Linaria simplex

Linum suffruticosum

Lithospermum arvense

Lygeum spartum

Marrubium alysson

Matthiola fruticulosa

Mercurialis tomentosa

Nepeta amethystina

Paronychia capitata

Phlomis lychnitis

Pinus halepensis

Plantago afra

Plantago albicans

Poa bulbosa

Polygala rupestris

Reseda phyteuma

Rhamnus alaternus

Rhamnus lycioides

Rosmarinus officinalis

Ruta angustifolia

Salsola kali

Salvia verbenaca

Santolina chamaecyparissus

Sedum sedifolius

Teucrium gnaphalodes

Thesium humifusum

Thymelaea tinctoria

Thymus vulgaris

 

SALADA GRANDE

rankenia pulverulenta

Hymenolobus procumbens

Sisymbrium irio

Spergularia sp.

Suaeda vera

 

Alrededores de la Salada

Aizoon hispanicum

Alyssum simplex

Anacyclus clavatus

Artemisia herba-alba

Camphorosma monspeliaca

Echinaria capitata

Hedypnois cretica

Limonium latebracteatum

Mantisalca salmantica

Parapholis incurva

Puccinellia fasciculata cf.

Rostraria cristata

Senecio vulgaris

Silene rubella segetalis

Sphenopus divaricatus

Suaeda vera

Tamarix africana

 

RÍO GUADALOPE

Alisma lanceolatum

Anacyclus clavatus

Artemisia herba-alba

Arundo donax

Asparagus officinalis

Brachypodium retusum

Calendula arvensis

Cerastium pumilum

Coris monspeliensis

Cynoglossum cheirifolium

Diplotaxis erucoides

Dorycnium hirsutum

Ephedra fragilis

Eruca vesicaria

Erucastrum nasturtiifolium

Euphorbia helioscopia helioscopia

Ficus carica

Fraxinus angustifolia

Fumaria officinalis

Galium aparine

Geranium molle

Helianthemum violaceum

Helichrysum stoechas

Hippocrepis ciliata

Hordeum murinum

Hyparrhenia sinaica

Juniperus oxycedrus

Lithodora fruticosa

Lygeum spartum

Malva sylvestris

Matthiola fruticulosa

Medicago minima

Mentha aquatica

Minuartia hybrida

Muscaria neglectum

Olea europaea

Papaver hybridum

Phagnalon rupestre

Phillyrea angustifolia

Pinus halepensis

Piptatherum miliaceum

Pistacia lentiscus

Platanus orientalis. Naturalizado en el soto.

Platycapnos spicata

Polygala rupestris

Populus nigra

Reseda lutea

Reseda undata undata

Retama sphaerocarpa

Rhamnus lycioides

Rosa sp.

Rosmarinus officinalis

Rubia peregrina

Rubus ulmifolius

Salvia verbenaca

Sanguisorba minor

Schoenus nigricans

Scirpus holoschoenus

Scorzonera laciniata

Sisymbrium irio

Taraxacum sp.

Thymus mastichina

Thymus vulgaris

Tragopogon sp.

Ulmus minor

Valerianella carinata