Botánica. Por el Barranco de la Gabardera. Monegrillo (Zaragoza)

20-01-2018

Salimos de Zaragoza con la finalidad de recorrer algunos barrancos de los Monegros zaragozanos, concretamente los situados en el término municipal de Monegrillo. En esta población se unieron a nosotros dos amigos del lugar, buenos conocedores de la zona.

Emprendimos la marcha por el camino de La Estiva, en hasta llegar a la parte superior del Barranco del Bujal, que era el primer objetivo del día, pero el camino de bajada no ofrecía seguridad y decidimos dejar este recorrido para un momento más adecuado.

Entonces volvimos sobre nuestros pasos hasta llegar a la Sabina de Cascarosa, árbol monumental incluida en la Guía de Arboles Monumentales y Singulares de Aragón. En este lugar Henri Bourrut planteó la alternativa de visitar el Barranco de la Gabarda, que había recorrido hace bastantes años y que entonces le pareció muy interesante pues su vegetación no se corresponde con la que se considera típica de Monegros. Hacia allí nos dirigimos e intentando encontrar el camino de entrada, que está muy complicado, tuvimos que atrochar en varios tramos hasta dar con él.

Una vez en el barranco vimos que era muy estrecho y que se prolongaba varios kilómetros. Hay que destacar que se encuentra enclavado en una zona bastante árida, en la cara sur de Monegros, sin embargo la humedad que en él se recoge permite la existencia de una vegetación propia de zonas más norteñas, allí crece Buxus sempervirens, Blupeurum fruticosum, Quercus faginea, Arbutus unedo, Viburnum tinus, Pistacia lentiscus, Pistacia x saportae, Acer monspessulanum, Ligustrum vulgare, Artostaphyloss uva-ursi junto a las propias del lugar como Retama sphaerocarpa, Pinus halepensis, Rhamnus alaternus, Rhamnus lycioides, Juniperus thurifera, Juniperus phoenicia, Viscum album austriacum, Lonicera implexa, Cistus albidus

Resultó muy interesante el recorrido y nos propusimos volver en primavera, cuando las plantas estén en su apogeo, eso sí en un día en el que la previsión meteorológica no pronostique tormentas pues en ese caso el lugar podría resultar muy peligroso debido a su estrechez y la cantidad de rocas medio desprendidas.

En cuanto a las formaciones vegetales que reconocimos estaban: En las partes altas de los cerros había pinares de pino carrasco con matorrales calcícolas; sabinares albares monegrinos normalmente en los piedemontes y por debajo de la comunidad anterior;  en zonas más llanas y deprimidas, donde se acumulaban limos, eran muy abundantes los albardinales de Lygeum spartum y en las elevaciones circundantes eran comunes las formaciones de matorrales, habitualmente romerales, que son  etapas de sustitución por degradación de bosques de pinar y sabinar.

Por último en el barranco encontramos una buena muestra de matorrales térmicos, que suelen crecer en la franja de 500-600 metros por encima de la zona de influencia de las nieblas.

El Barranco de la Gabardera en su parte superior se encaja en calizas y margas de la Formación Alcubierre con las unidades “Montes de Castejón” y “San Caprasio” del Mioceno Superior, esta Formación se encuentran por encima de los 550 metros marcando las cumbres de la sierra y se distigue netamente de la inferior porque no contiene yeso, por debajo de ella, bajando por el barranco hacia su final, se encuentra la Formación Yesos de Zaragoza con las unidades “Remolinos-Lanaja” y “Sa. de Pallaruelo-Mtes de Sora” formadas por areniscas, lutitas y mayoritariamente yesos (anhidrita) del Mioceno Inferior y Medio que corresponden a todos los materiales de los alrededores del pueblo, estas unidades nos acampañaran por todo el camino de regreso hasta llegar a Zaragoza.